El punto de venta representa el tiempo y el lugar en el que todos los elementos de la venta, producto, consumidor y dinero confluyen.
Mediante el uso de múltiples soportes publicitarios, el vendedor espera influir en la decisión de compra del consumidor.
Hoy en día existe una gran diversidad de soportes de comunicación a nuestro alcance siempre con el mismo objetivo, llamar la atención del cliente y atraerle hacia nuestro producto.
En la última década con la irrupción de nuevos recursos tecnológicos, los soportes publicitarios en el punto de venta han evolucionado considerablemente incorporando nuevos elementos como reclamo.
Aun así siempre la mayor herramienta de la que se dispone es la de la creatividad y el buen criterio en el momento de vender un producto apoyado por una adecuada campaña de marketing que traslade los valores del producto y que mantenga una coherencia en lugar de producir confusión y contradicción.
La clave está en el equilibro y la sensatez, no por crear un soporte publicitario más grande, más colorido y con más adornos, la campaña va a funcionar. Es prioritaria una adecuada base para desarrollar un reclamo efectivo, original y llamativo.
La inversión en las campañas y soportes publicitarios en el punto de venta va en aumento por parte de los profesionales del marketing por tres razones:
1) En primer lugar, porque resultan en la mayor parte de casos más rentables que el resto de publicidad con campañas tradicionales de impacto masivo.
2) En segundo, la necesidad de disminuir costes de atención comercial en tienda, está estimulando el interés de los fabricantes y distribuidores por las campañas de punto de venta apoyadas por un efectivo mobiliario de reclamo.
3) Por último, el cambio detectado en los patrones de compra de los consumidores con un aumento de la compra por impulso, significa que el punto de venta juega un papel más importante que nunca en la toma de decisiones de los consumidores.
Por estos mismos motivos los distribuidores son cada vez más receptivos a la implantación de soportes publicitarios en los puntos de venta para promocionar cualquier campaña o sus ofertas.
La mejora de la productividad en publicidad
Los vendedores examinan cuidadosamente las alternativas a la publicidad en los medios tradicionales, ya que en los últimos años se han triplicado los costes.
Las campañas de marketing en el punto de venta no pueden sustituir a la publicidad en los medios, ni de eso se trata, ya que no es un elemento sustitutivo si no el medio final y el frente definitivo donde actuar para impulsar la compra del producto hacia el consumidor, siempre en coherencia con toda la campaña de comunicación ya sea promocional o institucional.
Las campañas de publicidad en el punto de venta ayudan a mejorar la productividad de las siguientes maneras:
- Menor coste
Mientras que llegar a 1.000 personas a través de un anuncio de 30 segundos en televisión tiene una elevada valoración por impacto (entre 4 y 7 €), el coste de un soporte publicitario en el punto de venta con una vida de un año es muchísimo inferior (entre 0’03 y 0’37€).
Estas cifras reflejan el mayor rendimiento que proporciona la instalación y producción de material para soportes publicitarios y el hecho de que los mismos mensajes en el punto de venta impactan en varias ocasiones a los consumidores.
- Foco en el consumidor
Las campañas de publicidad en el punto de venta se centran en el consumidor, sin embargo, también ofrecen un servicio al vendedor contribuyendo a aumentar el volumen de gasto por ticket para cada venta ya que, favorece la compra por impulso.
- Campañas de marketing a un target muy preciso
Las campañas de publicidad en el punto de venta son fácilmente ajustables a las necesidades de los mercados locales permitiendo modificaciones para zonas determinadas en función de las claves de los consumidores.
- Cambio en el comportamiento del consumidor
Los consumidores se inclinan cada vez más por esperar a los días de descuentos y rebajas para las grandes compras y terminan gastando más dinero en pequeñas cosas. Como resultado el consumidor demanda productos que implican poco gasto como los cosméticos o los complementos de decoración más que nunca.
Los minoristas se interesan por campañas de publicidad en el punto de venta que pueden ser una ayuda para los consumidores, mientras están a la espera de ser atendidos por un comercial mediante por ejemplo, demostraciones y testers.