Si hay un elemento del mobiliario que junto al expositor es el protagonista en una superficie comercial es el mostrador.
Ciertamente el uso de este elemento es anterior al expositor y al igual que éste ha ido evolucionando a lo largo del tiempo.
El mostrador es una pieza que puede influir de manera categórica en la relación comercio-cliente para darle la bienvenida e incluso puede influir en su intención de compra al ver productos interesantes o apetitosos exhibidos en los mismos.
Sobre los mostradores se suelen colocar además de productos, instrumentos como teléfono, caja registradora, el ordenador donde se registra información del local, y hasta se realizan acciones como empaquetado y embolsado, incluso se atienden posibles devoluciones de mercancía y en general se atiende en ellos a los clientes.
Sin embargo, mucho más que esta definición para ver a los mostradores como parte del mobiliario, también es necesario considerar que un mostrador es ese mueble que crea un clima de bienvenida y acogida a tu negocio y es el mueble que inicialmente refleja lo que tu empresa quiere transmitir.
SU ORIGEN
Al inicio estos muebles eran algo rudimentarios y más altos de lo que se usa en la actualidad. Normalmente, eran fabricados enteramente de madera y en algunos casos tenían detalles en madera tallada.
Otros modelos, hechos de manera más sencilla, tenían el nombre del negocio pintado al frente.
De estos últimos modelos aún se pueden encontrar ejemplares en tiendas ubicadas en lugares alejados de las ciudades, pequeñas tiendas en donde parecía que el tiempo no ha pasado. Un verdadero tesoro para coleccionistas o curiosos.
EVOLUCIÓN
Con el paso del tiempo, los mostradores para los comercios en las ciudades se fueron elaborando de manera más refinada.
Junto con la llegada de las cajas registradoras, se hizo necesario contar con un espacio donde poder ubicar estas máquinas, que por lo general eran de gran tamaño, muy elaboradas y bastante costosas.
Es por ello que los mostradores mejor elaborados se utilizaban en comercios más refinados y que estaban destinados a las clases altas de la sociedad.
Al pasar el tiempo se fueron adoptando diferentes diseños en la elaboración de los mostradores según la moda de la época, con adaptaciones según los requerimientos de los nuevos comercios que surgían.
De esta manera, los mostradores fueron evolucionando hasta adaptarse a las nuevas tecnologías y acordes con la mercadería ofertada.
RENÉ HERBST
Puede considerarse que una de las personas más influyentes en la evolución de los mostradores como una pieza de mobiliario, con características de vitrina tal como la conocemos hoy en día, tiene su origen en las manos del francés René Herbst, quien fue un arquitecto y decorador.
Herbst trabajaba para que las diferentes piezas del mobiliario se industrializaran y llegaran a todos.
Este decorador fue quien impulsó el uso del metal y el vidrio en el mobiliario y quien creó las vitrinas o mostradores expositores facilitando, de esta manera, la mejor comercialización de los productos de los diferentes comerciantes.
EN LA ACTUALIDAD
A lo largo de su historia el mostrador ha sido una pieza clave para recibir a los clientes y dar un toque especial al estilo e identidad de cada local, oficina, recepción o tienda.
Al igual que los expositores esta pieza es fundamental en cualquier superficie comercial evolucionando gracias a los nuevos materiales y tecnologías en fabricación pudiendo implantar mostradores eléctricos, con sonido, con luces led, de plástico inyectado, de maderas, metales y formas imposibles de vanguardia.